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* Murillo y los Capuchinos - Museo Bellas Artes







Con motivo del 400 aniversario del nacimiento de Bartolomé Esteban Murillo, durante el año en curso se celebrarán en Sevilla diversos actos  que pretenden acercar la figura del insigne pintor a los sevillanos, y también a aquellos que nos visiten. Dentro de estos actos destacan las exposiciones que acerca del trabajo de Murillo podremos ver en diversos emplazamientos de la ciudad.


Quizás la más interesante de ellas, por lo que representa volver a unir obras dispersas por la geografía de Europa, sea la que en estos días se celebra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, "Murillo y los Capuchinos" donde se podrán ver, después de 200 años, juntos de nuevo los lienzos que Murillo pintó para el convento de los Capuchinos de Sevilla, considerada la mejor obra en conjunto de la prolífica carrera del artista.

Estos lienzos fueron encargados a Murillo para decorar el retablo mayor, las paredes laterales del presbiterio, los muros del Evangelio y la Epístola, así como el Coro situado a los pies de la nave central de la capilla del Convento de los Capuchinos de Sevilla. Las obras fueron realizadas entre los años 1665 y 1668.

Cuando se aproximaban las tropas francesas que ocuparon España a principios del Siglo XIX, enterados los frailes de que traían la intención de expoliar múltiples obras de arte, entre ellas los lienzos de Murillo que pudieran encontrar, estos retiraron los cuadros del culto y las enviaron a la provincia de Cádiz donde parece ser fueron enterrados envueltos en metal hasta que finalizase el conflicto armado, aunque otra versión indica que permanecieron en casas de afines a la orden. Es por ello que se conservan la mayor parte de las obras en nuestra ciudad, pues retiradas las fuerzas de ocupación regresaron a Sevilla la mayoría de los cuadros, que años después, debido a la desamortizaciónes del año 1836, fueron llevadas a lo alojamiento actual, el Convento  que desde entonces sirve como Museo de Bellas Artes.

El convento de los Capuchinos tiene su origen en una ermita instaurada por San Leandro en el S. V, situada fuera del recinto amurallado de la ciudad, en la zona de la Macarena, allá la tradición dice que se encuentra el lugar donde fueron enterra das las hermanas alfareras y copatronas de Sevilla, Santas Justa y Rufina. En esta capilla tuvieron un monasterio las Hermanas Agustinas hasta que, en 1367 se trasladaron a su actual emplazamiento en el convento de San Leandro, junto a la Pila del Pato.

Ya en el siglo XVII la ermita gestionada por una hermandad fue donada a la orden capuchina a cambio de mantener la advocación de las santas y realizar cultos anuales en su honor.

Teniendo ya capilla propia los frailes fueron adquiriendo casas y solares anexos para edificar un convento; en 1628 la orden recibe una donación de doña Inés Quintanilla que da el impulso definitivo al proyecto, finalizando las obras del convento en 1630.

Como hemos indicado antes, con la llegada del ejercito francés los frailes envían los cuadros que poseen a Cádiz, y ellos mismos abandonan el convento, dejándolo a merced de las tropas de ocupación. Regresan en 1813 y al volver los cuadros al convento ven que es precisa su restauración, la realiza Cabral Bejarano el cual recibe como pago por su trabajo el cuadro "El jubileo de la Porciúncula" el cual vende por 180.000 reales y es la causa por la que este lienzo esta hoy en Colonia.

El convento después de la ocupación francesa se haya en mal estado y hay que realizar obras en él, ayudando para ello el Arzobispado, que como contraprestación, en señal de agradecimiento, recibe el cuadro "Santo Ángel de la Guarda"

Así pues de la colección de lienzos originales , tanto la Porciúncula como el Ángel son separados, a ello hemos de sumar el cuadro de "La Santa Faz" y "San Miguel Arcangel" que no regresaron desde Cádiz, seguramente por ser entregados para el pago de los gastos que originó mantener los cuadros 3 años allá, por ello desde principios del siglo XIX la colección quedó incompleta.

Con la desamortización de Mendizabal en 1835-36 los cuadros restantes son sacados del convento y llevados al Convento de la Merced, lugar donde una comisión determinó que debía ser creado el futuro Museo de Bellas Artes de Sevilla, y donde continua residiendo la institución desde aquellos años. Junto a ellos todos los cuadros y obras de arte que fueron retirados del resto de conventos e iglesias que sufrieron el proceso desamortizador, configurando una excelente representación de arte, y a la que lamentablemente le faltan todas las obras expoliadas por Soult, así como todas aquellas que de forma burda y lamentable fueron vendidas clandestinamente en los decenios siguientes. De no mediar el expolio y esta venta ilegal, sin duda Sevilla tendría una de las mejores pinacotecas del mundo, entre las 5 primeras según los especialistas.

La colección de lienzos que se pueden contemplar en esta exposición, reunida por primera vez desde hace 200 años esta configurada por veintiuna obras entre las que podemos destacar

- El jubileo de la Porciúncula - propiedad del Museo Wallraf-Richartz de Colonia
- La Virgen de la Servilleta - Fondo del Museo Bellas Artes Sevilla
- San Leandro y San Buenaventura - Fondos Museo BBAA Sevilla
- San Francisco Abrazado al Crucificado - Fondos Museo BBAA Sevilla
- Adoración de los Pastores - Fondos Museo BBAA Sevilla
- Anunciación y Piedad - Museo BBAA Sevilla
- San Miguel Arcangel - Fondos del Arzobispado de Sevilla
- Santo Tomás de Villanueva repartiendo limosna - Museo BBAA Sevilla







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