San Hermenegildo

 

 

 
Los visigodos fueron una rama de los pueblos godos, que a su vez pertenecen a los pueblos germánicos orientales.Tras la caida el Imperio Romano, estos pueblos invadieron el oeste de Europa. A la Península Ibérica llegaron entre 80.000 y 300.000, que ante poca resistencia de la población nativa, hispanorromanos, se asentaron haciendo de Toledo su primera Capital. Llegaron en el año 409, gobernando hasta 711, en que la invasión musulmana pone fin a su reinado.

En este periodo reinaron 35 reyes, y, llevando el ADN guerrero en sus venas, no es de extrañar que la mayoría de ellos muriesen de forma violenta, sin llegar a completar su reinado.

La forma de gobierno se sustentaba en el derecho germánico, una asamblea de hombre libres elegía de forma electiva a un rey, lo cual creaba tensiones entre la nobleza ávida de poder, fueron habituales los matrimonios para sellar pactos que derivaban en asonadas que acababan con el rey de turno, y establecía en el poder a alguno de los amotinados.

San Hermenegildo, noble, principe y rey de la Bética, visigodo, nació en Sevilla en 564 y murió por decapitación en Tarragona en 585. Era hijo de Leovigildo ( rey de los visigodos de 568 a 586. Gracias a sus reformas y reorganización territorial es considerado el rey visigodo más importante y uno de los reyes más importantes de la historia de España. Fue el autor del Codex Revisus o Código de Leovigildo, legislación que equiparaba los derechos de godos e hispanorromanos, formando ambas etnias un mismo pueblo, siendo godo su gentilicio e hispanorromana su cultura - Wikipedia ), y por ello hermano de Recaredo, que heredó el trono de su padre.

Su religión, como la de todo el pueblo visigodo era el arrianismo ( doctrina cristiana del siglo III que rechaza el dogma de la Trinidad y que fue popular en algunas zonas de Europa durante el primer milenio después de Cristo. Afirma que Jesucristo fue creado por Dios Padre y está subordinado a él. Las enseñanzas arrianas fueron atribuidas a Arrio (c. 250-335), un presbítero de Alejandría, Egipto, y se oponen a las llamadas creencias ortodoxas acerca de la naturaleza divina. La cristología arriana sostiene que el Hijo de Dios no existió siempre, sino que fue creado por Dios Padre - Wikipedia  ) mientras en la población hispanorromana, la existente antes de la llegada visigoda, y sus descendientes, la mayoritaria era la religión cristiana.

Su padre asoció a su hermano y a él al trono, lo que creo fuertes tensiones, la monarquía no era hereditaria, sino electiva, por lo que los nobles no estaban conformes con esa asociación y la idea de Leovigildo de asentar una dinastía, pues esto les restaba poder y la posibilidad de ser elegidos reyes a la muerte del monarca reinante.

Hermenegildo es casado con la princesa franca Ingunda, católica francesa hija de Sigeberto I y Brunegilda. Mientras, la segunda esposa de su padre, Godvinta, viuda el rey Atanagildo, era una ferviente anti católica, debido a que su hija había sido asesinada en el lecho nupcial por su marido católico, el rey franco Luilperico. Para evitar problemas entre Godvinta e Ingunda, Leovigildo envía a su hijo a Sevilla, territorio fronterizo con el Imperio Bizantino, que precisaba de un representante del rey.

Ya en Sevilla, sin las limitaciones de la corte toledana, y con el fervor de su esposa, y la ayuda de San Leandro, Arzobispo de la ciudad, Hermenegildo decide su conversión al catolicismo, abandonando el arrianismo visigodo.

Este hecho marco su devenir, su padre en la corte de Toledo, alentado por su esposa anti católica, exigió a Hermenegildo que depusiera su actitud; mientras, en la Bética la población apoyaba la decisión del principe, en el cual veían el defensor de su fe. Leogvigildo dio un ultimatun a su hijo, y este como respuesta se autoproclamó Rey de la Betica.

Leovigildo, tras montar un fuerte ejército, y pactar con los bizantinos, que en principio apoyaban a su hijo, puso rumbo a Sevilla, ciudad que sitió durante largo tiempo. Una de las medidas que tomó el rey fue desviar el curso del Guadalquivir en la zona norte, con ello impidió que el rio siguiese fluyendo dentro de la ciudad amurallada, este acto trajo consigo la desecación del antiguo cauce, creándose siglos después lo que hoy conocemos como Alameda de Hércules.

Hermenegildo huyó de Sevilla en dirección al castillo de San Juan de Aznalfarache donde finálmente fue apresado y traido a Sevilla para adjurar de su fe. Estuvo preso en la Puerta de Córdoba, donde está hoy la Iglesia que lleva su nombre. Hermenegildo permaneció fiel a sus creencias y tuvo que ser trasladado a Tarragona para evitar una revuelta en Sevlla. En Tarragona finalmente fue decapitado por orden de su padre.

Su mujer huyó hacía Constantinopla, donde queria solicitar asilo a emperador Mauricio de Bizancio, pero murio durante el trayecto. Su hijo, Atanagildo, ya huérfano, fue entragado a la madre de Ingunda, pese a la oposición de su abuelo paterno.

Hay quien ve motivos distintos a la conversión para explicar el desenlace de la historia, en tiempos de Leovigildo la tolerancia religiosa era común, y culpan más al enfrentamiento político con su padre que al hecho de abrazar la religión católica. sostiene esta idea el hecho de que su hermano Recaredo, en 589, solo 4 años después de la muerte de Hermenegildo,  convocase el III Concilio de Toledo en el que abjuró del arrianismo convirtiéndose al cristianismo niceno, unificando la religión de visigodos e hispanorromanos, extremo este que deseaba su padre pero bajo el arrianismo.

Felipe II pidió al Papa Sixto V que Hermenegildo fuese canonizado al cumplirse 1000 años de su decapitación. Su cabeza reposa entre los muros de San Lorenzo del Escorial.

San Hermenegildo, junto a San Fernando, estan proclamados patronos de la monarquía española, curiosamente los dos reyes santos que ha tenido Sevilla en su historia.

El prestigio de Hermenegildo es tal que, en 1814 Fernando VII crea La Real y Militar Orden de San Hermenegildo, distinción militar y una orden de caballería española cuya  finalidad era  recompensar y distinguir a los oficiales generales, oficiales y suboficiales del Ejército de Tierra, de la Armada, del Ejército del Aire, de los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de la Guardia Civil, por su constancia e intachable conducta en el servicio, a tenor de lo que establecen las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas. La orden consta de 4 categorías, Cruz, encomienda, encomienda con placa y gran cruz, siendo sus colores el blanco y el morado.