Durante el renacimiento era habitual al presencia en Sevilla de artistas extranjeros, hecho este muy beneficioso para los círculo artisticos de la ciudad porque de esta forma se introducian las nuevas corrientes creativas, lo cual ayudo a elevar el nivel y la calidad de los pintores sevillanos.
Pedro de Campaña es un pintor flamenco nacido en Bruselas en el año 1503, fallecimiendo en 1580. Trabajó en la ciudad de Sevilla en el periodo del renacimiento, y su nombre es una castellanización del original Pieter van Kempeneer. Sobre su vida no se tienen muchos datos, apenas los recogidos por Francisco Pacheco en su Libro de descripción de verdaderos retratos, de ilustres y memorables varones, aunque no llegó a conocer personalmente a Campaña, Pacheco recopiló infromacion de coetáneos del flamenco, y lo describía de esta forma “fue benigno, casto, corregido y que no se halló mentira en su boca aunque fuese burlando; no se le conoció enfermedad mientras vivió pues amó grandemente la abstinencia y templanza, y a esta causa se apartaba de la comunicación particular de sus naturales; fue hombre animoso, valiente y medianamente diestro con las armas; tuvo singular agudeza y donaire en el decir; fue amado y estimado por muchos príncipes”. Dijo que dominaba el dibujo y las matemáticas, la arquitectura y la escultura, y conocia la astrología.
Pertenecía a una familia de artistas. Viajo a Italia y se sabe que durante las fiestas por la coronación del Emperador Carlos I estaba en Bolonia colaborando en el engalanamiento de la ciudad. Mas tarde pudo conocer en Roma a pintores cuyo estilo era el manierismo. Su formación se fundamentó en primer lugar en la tradición artística de los Países Bajos y después en la asimilación de los principios renacentistas que vio en su estancia italiana
Se instala en Sevilla en el año 1537, contrayendo matrimonio en nuestra ciudad. Permanece en Sevilla hasta 1562 en que regresa a Flandes, trabajando hasta 1580, año de su fallecimiento, en la fabrica de tapices de Bruselas.
Su estilo predominante fue el manierismo ( estilo artístico que predominó en Italia desde el final del Alto Renacimiento 1530, y duró hasta alrededor del año 1580 en Italia, cuando comenzó a ser reemplazado por un estilo más barroco. Sus rasgos eran virtuosismo técnico, elegancia, figuras estilizadas, proporciones caprichosas, colores brillantes, posturas exageradas, composiciones complejas, escorzos ) En su estilo se advierte la tendencia a distorsionar las formas, y mostrar intensas manifestaciones anímicas en las expresiones. Ello incrementa la emotividad dramática de sus escenas, sobre todo en las relativas a Cristo..
Su obra más significativa dentro de su producción sevillana es el descendimiento de la cruz realizado para la iglesia de Santa Cruz de Sevilla, esta obra sirvió de inspiración para varios pintores de la escuela, hasta el punto que Pacheco, y el propio Murillo, la consideraron una de las grandes pinturas de la ciudad. Ésta fue encargada por Fernando de Jaén para su capilla en la citada iglesia.
Destacan también los lienzos de “Descendimiento” para el convento de Santa María de Gracia de Sevilla, hoy en el Museo Fabre de Montpellier (Francia) y el retablo de“La Purificación de la Virgen” Catedral de Sevilla. Para la Iglesia de San Isidoro un “Pablo ermitaño” y “San Antonio Abad”. Tambien es obra suya el retablo mayor de Santa Ana de Triana, donde quince tables narran episodios de la vida de santa Ana, san Joaquín y la Virgen María, muestran amplio repertorio de episodios generalmente respaldados por escenarios arquitectónicos en perspectiva
El retablo de la Purificación de la Virgen, compuesto de 10 pinturas, contratado en 1555 para la Capilla del mariscal don Diego Caballero, presenta como tema central la Purificación de la Virgen, la Virgen entrega al Niñoal sacerdote, junto a La Virgen figuran varias imágenes femeninas, que personifican las virtudes que adornan a la Virgen como la Caridad, la Templanza, la Fortaleza, la Prudencia, la Fe y la Esperanza. En el banco del retablo figuran los patronos, concretamente Diego Caballero, a su hermano Alonso y a su hijo en una tabla, y en otra a Leonor de Cabrera, su hermana Mencía y a sus dos hijas. Esta obra suscitó recelos y envidias entre sus compañeros de profesión, llegando Campaña a abandonar Sevilla por estos motivos en 1563.
Gran calidad tiene "Cristo atado a la columna con san Pedro y dos donantes", de la iglesia de Santa Catalina de Sevilla, que durante las obras de restauración del templo estuvo custodiado en el Centro Velázquez del Hospital de los Venerables. Es obra también firmada y fechada por Pedro de Campaña en 1546 y en ella la figura de Cristo muestra un espléndido estudio anatómico del que emana un intenso sentimiento patético.
Entre sus obras están: Un retablo para la Catedral de Córdoba en 1556; La Virgen de la Leche, actualmente en el Museo de Berlín; Las Siete Virtudes, Museo San Carlos de México; La Adoración de los Reyes Magos de Catedral de León. Se le atribuyen otras obras como el tríptico de “El Calvario” en Carmona, o retablos como el de Écija
Durante toda su carrera Campaña monstruo una gran capacidad imaginativa y gran habilidad a nivel compositivo, gracias a su presencia en Sevilla y su formación la pintura sevillana sufrió una catarsis abriéndose al manierismo, paso previo al gran siglo de oro del barroco
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