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Santa Librada - Leyenda

 


 

En este caso no es la santa en si o su vida la que se desarrolla en nuestra ciudad, como sucedía con Santa Justa y Rufina, o san Isidoro, en este caso la leyenda se genera cuando, en el templo de el Divino Salvador, la imagen de esta santa era cambiada de posición con habitualidad, ello originaba que hubiese que averiguar donde se encontraba la Sagrada Imagen, se consideraba que si eras capaz de encontrarla la santa concedía la gracia que fuese solicitada. Hoy en día la imagen se muestra en un lugar fijo, junto a la tienda de recuerdos de la Hdad de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, eliminando con ello la incertidumbre de tener que buscarla para pedirle favores.

Respecto a la santa parece ser la única mártir que aparece crucificada, siendo el motivo de ello la ira de su padre como ella al desobedecer sus órdenes.

Resulta curioso ver a una santa cricificada, también en la iglesia de San Nicolás tenemos a un niño, vestido de monaguillo, clavado en la cruz, es Santo Domingo del Val, dos casos de mártires poco comunes.

Santa Librada, tambien conocida por Santa Wilgefortis, era lusitana y nació en el siglo VIII, y era hija de Catelo o Catelio, gobernador de Galicia; y de Calsia, una dama noble. Librada vio la luz en un parto junto a otras 8 hermanas, siendo todas ellas repudiadas por su madre que, espantada por el prto múltiple, mandó a una vieja sirvienta que tirase a las niñas en el río, pero esta no obedeció, sino que decidió dar a las niñas a familias cristianas

Paso el tiempo, regresó el padre y, enterado de lo que había pasado, buscó a sus hijas, y las acogió amoroso, siendo niña su padre la prometió en matrimonio al rey moro de Sicilia.

Ella para evitar el casamiento hizo voto de castidad, y se negó a comer, rogando una y otra vez a Dios para que la convirtiera en un ser horrendo y repulsivo. Tuvieron repuesta sus oraciones, y a medida que la enfermedad avanzaba, sus uñas empezaron a romperse  y en el rostro y el cuerpo de la niña empezó a crecer vello, un síntoma del desequilibrio hormonal causado por una desnutrición gravísima, por lo que también es representada como“mujer barbuda”

Como era de esperar, el rey rompió el compromiso al quedar horripilado con su fealdad. Su padre culpó a la santa de no cumplir sus espectativas y la acusó de heregía, por ello la condenó a morir crucificada.

Existe ambiguedad acerca de la vida de la Santa, en un leccionario del siglo XII se indica que, acogidas de nuevo por su padre, en el momento de concertar sus matrimonios, las hemanas se oponen pues son cristianas y no desean casarse con paganos, por lo que el padre las ajusticia, muriendo Santa Librada degollada, no crucificada.

En Sevilla hay cuatro imágenes de Santa Librada, la indicada del Divino Salvador, otra más en la Iglesia de San Nicolás, en el banco del retablo de Nuestra Señora de Gracia, una tercera en la capilla de la Virgen del Amparo de la Parroquia de la Magdalena, siendo una pintura ejecutada por Lucas Valdés, y la última en la Capilla de San Hermenegildo de la Catedral, en este caso pintada al oleo, y con un músico a sus pies, aludiendo a la leyenda de la santa que hace mención a un músico que interpretó una pieza al violín bajo la cruz de la santa, por lo que esta le lanzó un zapato de oro, el músico fue acusado de robo y condenado a muerte, pidiendo como último deseo el volver a tocar a los pies de la imagen, en este caso la santa le arroja el otro zapato de oro salvando al músico de la ejecución.

 

Sea como fuese, la vida y la santidad de Librada no son del todo comprobables, lo que hunde su veneración en un limbo pues en abril de 1969 se decretó suprimir a los santos de los que no hubiese pruebas de su existencia aunque se permite su representación y culto por motivos meramente tradicionales. A día de hoy la versión más extendida es que Librada y su leyenda sea una amalgana de distintas historias que se ha ido tramitiendo via oral, y que determinaron la creación de este mito o leyenda sin la constancia de su realidad.




 

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