Desde junio de 2015 podemos visitar en la sede de la Unversidad de Sevilla, en la antigua Fábrica de Tabacos, una Gypsoteca, espacio musealizado que contiene vaciados en yesos de esculturas procedentes de los principales periodos de la historia del arte, copias realizadas entre los siglos XVII y XX.
Esta interesante colección puede verse en la galería de la Facultad de Geografía e Historia, así como en los patios de los departamentos de Arte y Filología. Son unas 100 piezas, copias de originales que se encuentran en los principales museos del mundo, abarcando los periodos artísticos más importantes, desde el próximo Oriente al siglo XX, pasando, como no podía ser de otro modo, por el arte clásico, medieval, renacentista, barroco...
Con esta técnica se consigue el estudio directo por parte de los alumnos de arte de piezas conservadas en otras latitudes, permitiendo a imnumerables universidades o academías facilitar de forma fideligna obras en tres dimensiones
Respecto a la antigüedad clásica podemos ver relieves del friso jónico del Partenón de mediados siglo V aC; el Doríforo y el Diadúmeno, réplicas romanas de imágenes griegas del siglo V aC.; el Apoxiomeno, copia romana de un bronce griego del siglo IV a. C. realizado por Lisipo. De la época helenistica ( Etapa entre muerte de Alejandro Magno 323 aC, y el suicidio de Cleopatra de Egipto, tras la batalla de Accio, en 30 aC, periodo en el cual la cultura griega entra en declive y es asimilada por Roma ) dos imágenes como la Venus del Milo o el torso Belvedere, de donde Bounarotti sacó inspiración para sus figuras.
Del periodo romano están los bustos de los emperadores Octavio Augusto ( Primer Emperador romano, sobrino de Julio César, gobernó entre 27 aC y 14 dC ), y Marco Aurelio, ( Coemperador romano entre 161 y 169 dC junto a Lucio Vero, y Emperador hasta 180 dC) también el de Publio Cornelio Escipión “el Africano”, ( General romano y Consul, cuyo apodo y fama provienen de haber sido capaz de vencer a los ejércitos del cartaginés Aníbal en las batallas de Baecula (208 aC), Ilipa (206 aC) en Hispania, y Zama (202 aC) en África, dando así fin a la II Gruerra Púnica ).
El Renacimiento italiano hay relieves de la Cantoría de la catedral de Florencia, De Bounarotti la cabeza del esclavo moribundo, realizado para el sepulcro de S.S. Julio II, y la Virgen de Brujas, obra realizada a continuación de la Piedad que se exhibe en el Vaticano. Una escultura del Emperador Carlos V de 1549. De Donatello San Jorge en el momento previo a enfrentarse al dragón, y los bustos de Ippolita Maria Sforza y de Leonor de Aragón de Francisco Laurana.
De procedencia sevillana el busto de San Fulgencio, cuyo original de Lorenzo Mercadante de
Bretaña está en la jamba central izquierda de la Puerta del
Bautismo, o la clave de bóveda del cimborrio de la Santa Iglesia Catedral, obra de Gil de Hontañon de principios del siglo XVI. También las máscaras funerarias de Alonso Pérez de Gúzman y dña. María Alonso Coronel tomadas de las esculturas realizadas por Martínez Montañés para su sepulcro en el Monasterio de San Isidoro de Sevilla, monasterio que ambos erigieron en las proximidades de Sevilla.
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