Diego de Riaño es un arquitecto que ejerció durante el renacimiento, falleció en 1534, habiendo nacido en Hornero (Cantabria) en fecha desconocida, adquirió su fama en la aplicación del estilo plateresco en sus obras. Riaño fue considerado el “renovador de las arquitectura sevillana del quinientos” (profesor Alfredo Morales), coincidiendo su obra con una boyante época artística en la ciudad, y el desembarco de las nuevas influencias renacentistas
Está en Sevilla a partir del año 1523, y de los periodos anteriores se sabe bastante poco. Parece que empezó a ejercer como cantero, y en el año 1517 produce la muerte de un compañero por lo que se marcha a Portugal trabajando al servicio del rey, hasta que Carlos V le le perdona la pena impuesta, regresando a España en 1523.
En 1527 hay documentos que lo sitúan en Valladolid, en la realización de la Colegiata, estando ese mismo año al frente de las obras de las nuevas Casas Consistoriales de Sevilla, lo cual le vale para ser designado maestro mayor de la Catedral Hispalense un año después. Esta será su dinámica hasta su fallecimiento, repartir sus estancias entre Sevilla y y la capital castellana. Teniendo en cuenta que falleció en el año 1534 fueron pocos los años en los que pudo ejercer la arquitectura.
En la Seo Hispalense finalizó obras inconclusas de sus antecesores, como las capillas de alabastro de los flancos del coro, en compañía de Juan Gil de Hontañón, constructor también cántabro, como él. Realizó el replanteamiento de la Sacristía de los Cálices en el angulo sureste del complejo, módulo de planta rectangular, que incluía entre sus espacios una nueva sacristía, una sala capitular, un conjunto de patios y otras dependencias . También las capillas de san Gregorio y de la Virgen de la Estrella
En la Sacristía Mayor, obra capital de la arquitectura española del renacimiento, innova respecto de lo anteriormente edificado en la ciudad, con soluciones constructivas y elementos estructurales y decorativos italianizantes, aportando la idea de óculos elípticos, columnas acanaladas, grutescos y entorchados. También es su responsabilidad la bóveda semiesférica del mismo recinto y la fachada de la sacristía, primer ejemplo renacentista religioso en Sevilla.
Intervino también con acierto en el Ayuntamiento de Sevilla, estando al frente de sus obras desde 1527 hasta su muerte, acaecida en Valladolid donde se encontraba supervisando una de sus obras. Aquí proyecta un lenguaje con alto contenido simbólico, con grutestos. Imponente la base del edificio, las proporciones y la bóveda artesonada de la Sala Capitular con figuras de los reyes.
Al ser maestro de obras del arzobispado de Sevilla también dejó su impronta interviniendo en el proceso de renovación y finalización de las fábricas mudéjares de numerosas parroquias de la diócesis, Santa María de la Asunción de Aracena; Santa Maria de la Asunción de Arcos de la Frontera; Iglesia de San Andrés de Encinasola; Colegiata de Ntra Señora de la Asunción de Osuna
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