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Doña María de Molina - La Tres Veces Reina



María Alfonso de Meneses, conocida para la historia como Maria de Molina, vivió de 1264 a 1321, señora de Molina, hija del infante Alfonso de Molina, hermano de Fernando III el Santo, e hijo de Alfonso IX de León,  y Berengela de Castilla,  y de su tercera esposa, Mayor Alfonso de Meneses, fue reina consorte de Castilla entre los años 1284 y 1295 al estar casada con Sancho IV de Castilla, hijo de Alfonso X el Sabio, su primo hermano.

Fue uno de los personajes principales del medievo real, llegando a reinar en tres ocasiones, primero como reina con su matrimonio con Sancho IV el Bravo, y después como regente de su hijo Fernando, y a continuación, también como regente, de su nieto Alfonso XI

Maria no estaba destinada a reinar, pero en 1282 se casaba con el infante Sancho IV, el Bravo, segundo hijo varón de Alfonso X, el Sabio, y su esposa Violante. El matrimonio no fue autorizado por el papado, por un lado habia consanguinidad en tercer grado entre los contrayentes, y no se habia solicitado la dispensa; pero además Sancho ya había celebrado matrimonio por poderes con Guillerma de Montcada, matrimonio que no fue anulado. El matrimonio fue considerado nulo al principio y, por tanto, todos los hijos nacidos fueron considerados ilegítimos. Por todo ello, se sostuvo que habían cometido incestas nuptias, excessus enormitas y publica infamia y fueron excomulgados por el Papa.

 

En aquellos momentos el heredero al trono de Alfonso X era su hijo varón mayor, Fernando de la Cerda, el cual murió en batalla. Se originó un conflicto dinástico entre Sancho IV y sus sobrinos, los infantes de la cerda, para ver quien de ellos sería el sucesor de Alfonso X; tras el fallecimiento del rey, Sancho fue nombrado sucesor y proclamado rey, aún cuando en el testamento real se le despojaba de cualquier derecho sobre la corona. Sancho consiguió el favor de gran parte de la nobleza, el clero y las órdenes militares, presentándose ante ellos como el fiel defensor de sus derechos y prerrogativas.

La pareja realtuvo varios hijos, Isabel, Fernando, Alfonso, Enrique, Pedro, Felipe y Beatriz, y María lucho denodadamente para conseguir la legitimidad de su matrimonio y hacer con ello que sus hijos fuesen herederos al trono de su padre.

 

En 1293 María recibio de su marido el señorío de Molina, este hecho es el que origina que para la historia María sea conocida como María de Molina.

Sancho moriría en el año 1295, sin haber conseguido que su matrimonio fuese legítimo. Con esta muerte María se convertía en tutora de Fernando, futuro rey, heredero no declarado legítimo. La reina fue la encargada de ejercer la tutoría durante la minoría de edad de su hijo que solo contaba con nueve años de edad. Debido a la ilegitimidad de su hijo Fernando, causada por el matrimonio ilegítimo de sus padres, la reina tuvo que sortear numerosas dificultades para conseguir que su hijo permaneciera en el trono. . Años después, en 1301 el Papa Bonifacio VIII, mediante una bula, dió por válido el matrimonio de Sancho IV y Maria, convirtiendo por ese acto a Fernando IV como rey legítimo.

María libro conflictos con la nobleza castellana, con los infantes Juan de Castilla, el de Tarifa, que reclamaba el trono de su hermano Sancho IV; también con el infante Enrique de Castilla, el Senador, hijo de Fernando III, que reclamaba la tutoría del rey. Además seguía latente el conflicto con los Infantes de la Cerda, apoyados por Francia, Aragón y su abuela Violante, viuda de Alfonso X.


 

En 1297 María firmó, en representación de su hijo, el tratado de Alcañices con el rey portugues, se fijaron las fronteras entre Castilla y León, y Portugal, que recibió una serie de villas a condicion de dejar de apoyar a los enemigos Fernando IV, Jaime II de Aragón, Alfonso de la Cerda, el infante Juan de Castilla el de Tarifa, y Juan Núñez II de Lara.​  Además de concertaba el enlace entre Fernando IV de Castilla y la infanta Constanza de Portugal

Ya casado Fernando IV, el Emplazado, con Constanza de Portugal, María de Molina abandona la vida pública, pero en 1312 Fernando fallece en un campaña contra los moros, y su heredero, Alfonso XI, cuenta solo un año de edad, Esto, acompañado de la muerte repentina de Constanza obliga a María a volver a ser reina regente, defendiendo los derecho de su nieto, volviendo a enfrentarse a la nobleza por ello. En la llamada Concordia de Palazuelos, firmada en el año 1314, se encomendó la tutoría de Alfonso XI de Castilla a sus tíos, los infantes Juan y Pedro de Castilla, y a su abuela, la reina María de Molina, a quien le fue confiada la crianza y la custodia del niño rey

María fallece en 1321, después de haber sido reina en tres ocasiones, haber defendido la causa de su esposo, su hijo, y su nieto, dando ejemplo de servicio a la corona. Está enterrada en el Monasterio de las Huelgas de Valladolid.



Des su matrimonio con Sancho IV de Casilla nacieron:

Isabel de Castilla (1283-1328) Casada Juan III de Bretaña, duque de Bretaña y bisnieto de Enrique III de Inglaterra.

Fernando IV de Castilla (1285-1312), sucesor de Sancho IV, casado con Constanza de Portugal.

Alfonso de Castilla (1286-1291). Falleció a los cinco años de edad

Enrique de Castilla (1288-1299). Falleció a los once años de edad.

Pedro de Castilla (1290-1319). Señor de los Cameros, fue tutor de su sobrino, Alfonso XI durante su minoría de edad.

Felipe de Castilla (1292-1327). Señor de Cabrera y Ribera y pertiguero mayor de Santiago, fue tutor de su sobrino, Alfonso XI desde 1319 hasta 1325, año en que el rey alcanzó la mayoría de edad.

Beatriz de Castilla (1293-1359). Reina de Portugal por matrimonio con Alfonso IV de Portugal.





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