La plaza del Triunfo, llamada anteriormente "plazuela dela Lonja" por albergar en ella la antigua Lonja de Sevilla, es quizás el lugar de Sevilla donde más historia y arte se congrega, desde esta plaza podemos comprobar la fachada principal de los Reales Alcázares con su puerta del León, y la puerta de acceso al Patio de Banderas; podemos adentrarnos a través de la Calle Joaquín Romero Murube en la Plaza de la Alianza, y el Barrio de Santa Cruz; tenemos a nuestra vista la fachada posterior del actual Archivo de Indias, antigua Lonja de Sevilla, podemos disfrutar de la fachada sur de la Catedral de Sevilla y su eterna Giralda, y algo más alejado veremos la portentosa fachada del Palacio Arzobispal,
Con tanta carga monumental alrededor es difícil concentrarse en la propia plaza, aunque si hay algunos elementos sobre los que los visitantes suelen preguntar, son el Monumento de la Inmaculada Concepción, La Linterna del Terremoto, en forma de Triunfo que da nombre a la plaza, y la Cruz de los Juramentos, elementos todos con su historia que pasamos a detallar.
MONUMENTO A LA INMACULADA
Por todos es conocida la vinculación que, desde tiempos inmemoriales tiene Sevilla con la Inmaculada Concepción de Maria Santísima. A principios del siglo XVII, en 1613, durante la homilía del día de la natividad de la Virgen María, el 8 de septiembre, en el ya desaparecido convento dominico de "Regina Angelorum" se vertieron afirmaciones que ponían en duda que María fue concebida sin pecado original. La historia de esta controversia podeis leerla en este artículo decidado a Sevilla y la Inmaculada.
Santo Tomás de Aquino establece la doctrina "santificatio in utero", María es librada del pecado original con posterioridad a su concepción, idea que hacen suya los Dominicos. Los Dominicos hablaban de "sanctificatio" pero no de "conceptio".
Duns Scoto defiende que María es concebida libre de pecado, es decir, desde su concepción esta inmaculada. La orden franciscana defiende esta postura, siendo más adelante apoyada también por los jesuitas.
El pueblo de Sevilla y sus regidores reaccionaron, hubo juegos florales, comisiones enviadas a la ciudad de Roma.., El Santo Padre no se define por una u otra postura, pero prohibe que se niegue la pureza inmaculada de María, consiguiéndose siglos después que el Papa Pio IX proclame el Dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María en 1854
Más adelante, en el siglo XX, gracias a la iniciativa de Filpo Rojas y la Hdad de San Bernado se consigue que el escudo de Sevilla luzca el título de Muy Mariana Ciudad de Sevilla.
Para conmemorar estos hechos el ayuntamiento de Sevilla decide levantar un momumento dedicado a la Inmaculada, colocándose en la plaza del Triunfo, junto a la Seo sevillana, y que fue costeado por suscripción popular, inaugurándose el 8 de diciembre de 1918, festividad de la Imaculada Concepción, patrona de España. Es este mismo monumento ante el cual las tunas de Sevilla cantan en al noche del 7 al 8 de diciembre, tras la Vigilia a la Inmaculada.
Sobre unas gradas se levanta un pedestal que dispone en sus cuatro lados estatuas de cuerpo entero de personalidades que defendieron el movimiento concepcionista, el jesuita Juan de Pineda, el poeta Miguel Cid, el pintor Bartolomé Esteban Murillo y el escultor Juan Martínez Montañés. Sobre el pedestal se levantan cuatro columnas cuadradas con capiteles jónicos sosteniendo una peana barroca con figuras de angelitos apilados en una nube, sobre la que se dispone la imagen de María Santísima.
El
diseño se debe al arquitecto José Espiau y Muñoz, arquitecto
regionalista al que debemos, entre otros, el hotel Alfonso XIII. Lorenzo
Coullaut Velera realizó la imagen de la Virgen, los ángeles, y los
cuatro personajes que se encuentran en la parte inferior del monumento, es el mismo autor que realizó el monumento a Gustavo Adolfo Bécquer que podemos ver el la glorieta de su nombre en el Parque de María Luisa.
Reseñar que esta imagen de María sirvió de modelo a Murillo para pintar la Virgen llamada de los Venerables, aquella que expoliaron los franceses y que hoy se encuentra en el Museo del Prado.
TRIUNFO O LINTERNA DEL TERREMOTO
En el año 1755, el día 1 de noviembre, alrededor de las 09.30 horas, se produjo un impresionante seismo en el sur de Europa, este terremoto afectó principalmente a Lisboa, arrasándola y dejando tras de si múltiples heridos, muertos y edificios destruidos. Hasta en la alejada Venecia hubo inmuebles que sufrieron daños de consideración, afectando incluso al Castillo de Santángelo de la ciudad de Roma. Este seismo es conocido como el "terromoto de Lisboa" por motivos obvios.
El seismo tuvo una gran duración y violencia, causando la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas. Se estima que la magnitud del terremoto habría sido de entre un 8,5 a 9,5 en la escala de magnitud de momento, el epicentro estará en algún punto del océano Atlántico a menos de 300 km de Lisboa, y fue sucedido por un tsunami, y un incendio que causaron la casi destrucción total de Lisboa. Fue el primer terremoto cuyos efectos sobre un área grande fueron estudiados científicamente, por lo que marcó las bases de la sismología
El seismo se produjo mientras en la Catedral de Sevilla se celebraba un oficio religioso, los fieles allí presentes huyeron despavorivos, e incluso el sacerdote oficiante lo hizo, no sin antes recojer el caliz que contenía las Sagradas Formas. Aquellos que no siguieron corriendo tras abandonar la Seo se reunieron en las espaldas de la Lonja, actual Archivo de Indias, lugar donde se continuó el oficio religioso hasta su finalización, invocando la protección del cielo ante la situación.
La ciudad de Sevilla sufrió escasos daños materiales, unos 300 edificios se vieron afectados, falleciendo tan solo nueve personas por este hecho, se llegó a decir que los fallecidos lo eran por haber vivido en pecado mortal, La Giralda sufrió daños tan solo en algunos remates y adornos, al contrario que la Torre del Oro, que llegó a sufrir tantos desperfectos que se propuso su demolición.
Como conmemoración de estos acontecimientos se levantó un monumento a las espalda del actual Archivo de Indias. El monumento, construido por José Tomás Zambrano en el año 1757, esta rodeado de una verja de hierro forjado, con cuatro farolas en las esquinas. Sobre dos escalones se alza una vistosa columna o pilar de piedra de estilo barroco con incrustaciones de mármol, que sostiene un templete a modo de custodia con cuatro columnas con arcos, y sobre ello una cruz de hierro.
En el interior del hueco de esta linterna se encuentra la imagen de la Virgen del Patrocinio, imagen de estilo italiano, tallada en el pais vecino, y que fue donada por un devoto que se salvó de los peligros del seismo.
Fue este terremoto aquel en el que los sevillanos dijeron haber visto a las santas patronas, Justa y Rufina, sosteniendo entre ambas la torre de la Giralda, evitando así que el alminar sufriese daños. Desde entonces la iconografía de ambas hermanas está compuesto por la palma, atributo de las mártires; por objetos de porcelana o loza, haciendo referencia a su trabajo, y por la Giralda que se sitúa entre ellas.
En la parte delantera del monumento, sobre la piedra, se puede leer esta inscripción
“ SABADO 1 DE NOVIEMBRE DEL AÑO 1755 A LAS 11 DE LA MAÑANA HUBO GENERAL PAVOROSO TERREMOTO EL QUE SE CREYO ASOLABA A LA CIUDAD Y SEPULTABA A SUS MORADORES A TUINA, PUES SE ESTREMECIERON VIOLENTAMENTE LOS EDIFICIOS CAYENDO ALGUNOS Y PARTE DE LAS IGLESIAS. EN LA PATRIARCAL CON ESPANTOSO HORROR LLOVIERON PIEDRAS DE SUS BOVEDAS CAIERON PILARES DE LO ELEVADO DE SU TORRE, Y SIENDO SIN NUMERO EL CONCURSO NADIE SALIO LASTIMADO.
EN TODA SEVILLA SOLAS SEIS PERSONAS PERECIERON, DEVINIENDO LAS DEMAS SUS VIDAS Y LA CIUDAD SU CONSISTENCIA AL PATROCINIO DE LA QUE ES MADRE DE DIOS Y MISERICORDIA, MARIA STMA., EN CUYO HONOR Y PERPETUO AGRADECIDO MONUMENTO MANDARON LOS ILTMOS. SS. DEAN Y CABILDO ERIGIR ESTE TRIUMPHO EN EL SITIO MISMO QUE SE DIXO LA MISA”.
CRUZ DE LOS JURAMENTOS
Cuando se levantó la Lonja de Sevilla, hoy Archivo de Indias, tenía su entrada en la fachado norte, la existente frente a la Catedral de Sevilla, lugar donde hoy se encuentra una cruz de piedra que tiene como origen los años en los que en esta Lonja se sucedían los acuerdos comerciales.
La cruz, realizada en jaspe rosa, se eleva sobre un bellísimo basamento compuesto por diferentes elementos arquitectónicos a modo de tabernáculo o relicario pétreo.
Era habitual la contratación de productos provenientes de las Indias antes de la llegada al puerto, así el interesado se adelantaba a posibles competidores, aún cuando se corría el riesgo de que el material adquirido o bien no llegase a tierra por hundimientos o asaltos piratas, o llegase deteriorado por las tormentas o la duración del viaje.
Para evitar la picaresca, la venta de productos que se sabían en malas condiciones o perdidos en el mar, o la compra de articulos con ventaja se levanto esta cruz, en ella los implicados en cada contratación debían jurar ante la cruz que se actuaba de buena fe, sin intención de engaño o dolo, y que la mercancía era de la calidad que se estipulaba, permitiendo la reducción de su precio si llegaba en malas condiciones.
Era esta una forma de asegurar el buen hacer y la limpieza en los tratos, dando prestigio al puerto, la lonja y los comerciantes que intervenían en Sevilla.
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