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Yacimiento romano de Itálica I

 

 

 

 Yacimiento romano de Itálica I

Yacimiento romano de Itálica II

 

La ocupación romana de Hispania comenzó cuando los ejércitos romanos desembarcaron en Ampurias en el año 216 aC, y duró hasta principios del siglo V dC, en los que con la invasión de las tribús nómadas del norte de Europa los visigodos se hicieron con el dominio de Hispania, aprovechando la descomposición que sufría el Imperio romano.

Itálica, en el término municipal de la actual Santiponce, fue la primera ciudad romana fundada en la península en 206 a.C, siendo su fundador Publio Cornelio Escipión, conocido por el sobrenombre de "Africanus", apodo ganado tras vencer al ejército del cartaginés Aníbal en la batalla de Zama, en territorio africano, derrota cartaginesa que supuso el fin de la Segunda Guerra Púnica entre Cartago y Roma.



 

Años antes de Zama (202 aC), Escipión también venció a las tropas cartaginesas dirigidas por Asdrúbal Barca y Magón, primero en la Batalla de Baécula (208 aC), localizada en el término municipal de Santo Tomé (Jaén), y a continuación en la Batalla de Ilipa Magna (206 aC), la actual Alcala del Rio en la provincia de Sevilla. Tras esta segunda batalla se establece un asentamiento romano entre la propia Alcala e Hispalis, lo que hoy conocemos como Itálica.

Itálica fue fundada en principio como puesto defensivo, desde su privilegiada posición en el Aljarafe sevillano se dominaba la vega del Guadalquivir. Finalizada la II Guerra Púnica habia muchos legionarios que habían combatido con Escipión a los cuales habia que licenciar, por ese motivo se les entregaron tierras en este enclave para descansar sus últimos años, pasando de punto defensivo a asentamiento de legionarios licenciados.



 

Italica se estableció sobre dos colinas en el margen del rio Guadalquivir, hoy conocidas como Cerro de San Antonio y Cerro de los Palacios. Hay que tener en cuenta que en 1601, después de que una riada hubiese anegado el pueblo, se produjo el traslado del nucleo urbano, que se asentó sobre las ruinas ya abandonadas de Italica. Lo que hoy podemos ver del yacimiento de Itálica son ampliaciones del siglo II, primero Marco Ulpio Trajano (98-117) y después Publio Elio Adriano (117-138) la ampliaron y embellecieron. A destacar el que peridodo de mayor prestigio de  Italica coincide con el ascenso al poder de estos dos emperadores, ambos nacidos en Hispania.

 
La planta utilizada para levantar el asentamiento fue la campanental, o modelo hipodámico, en forma de damero, con un trazado urbano donde las calles se cortan perpendicularmente formando manzanas rectangulares. Como era habitual las dos calles principales, el decumano, con orientación este-oeste, y el cardo, orientación norte-sur, se cruzaban, siendo ese el punto donde se establecía el foro local, espacio público en las antiguas ciudades romanas con funciones comerciales, financieras, religiosas, administrativas y económicas, además de ser el lugar donde los ciudadanos romanos realizaban comúnmente su vida social.
 

Además de los dos emperadores, hay otros personajes que influyeron en el devenir histórico de la colonia, Julio César,general, consul y dictador romano entre 48 aC y 44 aC, da a Italica en el año 45 aC el estatus jurídico de civitis, estatus ganado por su apoyo a Julio durante el conflicto que mantuvo con Pompeyo, miembro del primer triunvirato, y al que César derrotó convirtiendose con ello en dueño absoluto de Roma. 

También los visigodos, asentados en hispania tras los romanos, de manos de su rey Leovigildo, padre de San Hermenegildo, intervinieron en Italica restaurando las murallas en el año 583 dC.


 

A partir del siglo XII Italia pierde importancia, los propios avatares del imperio así lo provocan, quedando después deshabitada y sufriendo gran deteriodo. No fue hasta el siglo XVI - XVII que empieza a recuprarse su historia, escribiendo insignes literatos del momento de ella, en especial Rodrigo Caro (1573-1647), escribió en 1595 su famosa "Canción a las ruinas de Itálica", que comienzan con este estrofa

Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa.

Desgraciadamente durante siglos el yacimiento sufrió imnumerables actos de pillaje, expoliándose gran parte de sus mosaicos y riqueza arqueológica, hoy podemos ver muchos de los mosaicos de Itálica adornando mansiones en la capital. Estos hechos hicieron que a principios del siglo XX se estableciesen normas contra el pillaje, y que en el año 1912 se declarase monumento nacional, con severas normas para la conservación de su patrimonio histórico.


 

En Itálica se pueden ver viviendas de carácter residencial que debieron estar habitadas por clases altas, hecho éste determinado por el tamaño de las domus (casas) y los materiales utilizados, amén de la rica decoración a base de azulejos. Varias de las domus tienen nombres como Edificio del mosaico, Casa del patio de Rodio, Casa de los Pájaros, Edificio de la Exedra, nombres relativos a elementos que conforman las viviendas.

Entre los edificios públicos que podemos ver destacan el Anfiteatro, el cuarto del imperio en tamaño, con capacidad para 25.000 personas; el Teatro, util para 3.000 espectadores; las Termas Mayores, el Traianeum, Templo dedicado al emperador Trajano.

 



 
















 


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