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Reales Atarazanas de Sevilla

 

 


Las Reales Atarazanas de Sevilla, conservadas en la actualidad, y pendientes de restauración para servir como centro cultural, fueron creadas por orden del monarca Alfonso X “el Sabio” en 1252, con el mandato de ser el lugar donde se concentrase la fabricación de naves para la corona de Castilla. Cumplieron su función entre los siglos XIII y XV.

Estaban situadas junto al Alcázar de Sevilla, con acceso directo a la lámina del rio, al objeto de que las naves pudiesen ser votadas sin dificultad, y también para que las que precisasen reparación pudiesen ser atendidas en sus naves.


Constaban de 17 naves colocadas en perpendicular al cauce del rio, con una superficie de unos 15.000 metros cuadrados, adosadas a la muralla almohade, con una gran explanada en su frente, la denominada “Resolana del Rio”, en la zona comprendida entre las Torres del Oro y de la Plata, y las Puertas del Carbón y del Aceite, y son una muestra palpable de la influencia del arte almohade en la arquitectura sevillana del medievo. En 1969 fueron declaradas Monumento Histórico Artístico, y años más tarde una parte de ellas se declaró Bien de Interés Cultural.

Hoy las naves están alejadas del rio, habiendo edificios entre ambos, debido a la modificación del cauce de Guadalquivir a lo largo de la historia. Además de fabrica naval, estas naves han servido como almacen de artillería, deposito de carruajes, Caja de Reclutas, oficinas... de hecho serán pocos los sevillanos que hubieron de realizar el servicio militar obligatorio, que no recuerden que en estas naves estaba enclavado la “Caja de Reclutas”, donde se realizaba el sorteo de los mozos y donde se entregaban las órdenes de ingreso al servicio.


De estas naves salieron múltiples naves, en especial Galeras, que ayudaron a controlar el estrecho de Gibraltar e incluso participaron en la Guerra de los Cien Años ( conflicto armado entre lFrancia e Inglaterra que duró 116 años, del 24/05/1337 al 19/10/1453. El motivo era resolver quién controlaría las tierras que los monarcas ingleses controlaban desde 1154 en territorio francés, tras el ascenso al trono de Inglaterra de Enrique II Plantagenet, conde de Anjou. La guerra la ganó Francia, e Inglaterra retiró sus tropas de territorio francés, exceptuando las localizadas en la ciudad de Calais )

No eran estas naves el primer lugar donde se construyeron barcos en Sevilla, hay documentos escritos de que durante el siglo I dC, mientras Julio César y Pompeyo dirimian sus diferencias en una guerra civil, se construían en Sevilla navios. En el siglo IX el califa Abd al-Rahman II ordena construir barcos de guerra en Sevilla, lo que obligaría a levantar unos astilleros en la ciudad.


Se trata de una inmensa obra de ladrillo, en estilo gotico mudéjar, son 17 naves que destacan por su altura y anchura, necesarias para poder albergar en su interior los navios fabricados. Las naves se cubren con bóvedas de aristas, y se separan por gruesos muros que alojan arcos apuntados cuyos arranques nacen en el propio suelo de la nave, en una cota inferior a la que hoy podemos observar.

Las primitivas Atarazanas abarcaban terrenos en los que hoy están la iglesia de San Jorge y el Hospital de la Caridad, las casas frente al Hospital en el Paseo de Colón, y el edificio de Hacienda, donde aún se conservan parte de los pilares de la primitiva fábrica, de la cual sobrevivieron siete naves. La gran superficie de las instalaciones las hace una de las mayores obras de este tipo en Europa, pudiendo albergar 400 o 500 operarios, calafates, carpinteros, herreros y otros artesanos, bajo la autoridad del alcaide de los Alcázares y de las Atarazanas nombrado por el rey.

Esto da pie a que se puedan utilizar a los largo de los años para usos varios como lugar para albergar festejos públicos, e incluso como cárcel, como así parece las usó Enrique II de Trastamara con los fieles a su hermanastro Pedro I "el Cruel o el Justiciero" tras haberlo asesinado y arrebatado el trono.


A partir de 1450 se empieza a abandonar la actividad constructiva de las atarazanas, y en 1493 los Reyes Católicos autorizan al Consejo de Sevilla para trasladar a la nave más cercana al Postigo del Aceite las pescaderías que estaban alojadas en la Plaza de San Francisco, debiendo por ello elevar la cota interior del edificio, pues estaba por debajo del nivel de la ciudad para equipararlo con la lámina del rio, eliminando así el riesgo de anegación. En esa nave se situaron varias lonjas de pescado y algunas viviendas

Es este punto, en las distintas cotas de las atarazanas, estriba la polémica que envuelve su restauración, mientras el arquitecto, Vázquez Consuegra, alega que no es posible recuperar la cota original, pues habría que retirar los restos que desde el siglo XV elevaron su nivel, lo que originaría que el edificio pudiese colapsar, por su propio peso, enfrente, la asociación ADEPA de consevación de patrimonio, aduce que si no se retiran esos restos y se llega a la cota original, lo que se haría no es una restauración sino que se estaría creando un museo sobre cuerpos añadidos y estraños del edifico original. 


Ya en 1502 se ordena vender aparejos y naves que estuviesen en el recinto, la construcción de barcos se traslada a otras atarazanas del reino. En Sevilla podían construirse galeras, pero estos barcos perdieron su importancia en favor de otro tipo de navio, además pudiera ser que los astilleros de la corona de Aragón fuesen más económicos de mantener que los sevillanos.

Un año después, en 1503, se constituye en las atarazanas la Casa de Contratación de Sevilla, encargada de regular el monoplio mercantil con América y Africa Occidental, que meses después será trasladada el Alcázar de Sevilla. Otra nave fue destinada a almacén de mercurio de las minas de Almadén, que era usado para ayudar a extraer plata en las minas americanas

En 1587 la aduana de la ciudad se situó en las naves 13, 14 y 15, al sur del edificio. A lo largo del siglo XVI una nave fue alquilada como almacén de aceite y otra como almacén de lanas.

En 1593 Felipe II prohibe que las galeras construidas en Sevilla viajasen a las Indias, parece ser que por la peor calidad de las maderas usadas en comparación con las naves construidas en otros astilleros del norte.


Entre los siglos XVI y XVIII se fragmenta el edificio, se segregan 5 naves situadas en el sector sur, y que actualmente ocupa la delegación del Ministerio de Hacienda. En las cinco naves contiguas se permite la edificación, en 1641, de la Iglesia de San Jorge y del Hospital de la Santa Caridad, obras financiadas por Miguel de Mañara, del que se dice fue el modelo de caballero que inspiró, primero la obra de Tirso de Molina de “El burlador de Sevilla“, estrenada en 1617, que luego Zorrilla inmortalizaría en su obra “Don Juan Tenorio”, estrenada en 1844, extremos estos poco probables porque Mañara nace 10 años después del estreno de la obra de Tirso.

De las 17 naves originales ya solo quedaban 7, las cuales se compartimentan para alquiler de actividades portuarias, pescaderías, almacenes, bodegas, elevandose el nivel de uso de las naves, y recrecido de los paramentos. 


Cuando en 1718 se pierde el monopolio comercial con América la Maestranza de Artilleria se va haciendo con mayor superpifie dentro del edificio, para lo cual construye bóvedas, crea segundos pisos, modificando sustancialmente el perfil del edificio, de las 7 naves que quedaban. Se edifican segundas plantas en las naves pares, la 2, 4 y 6 debido a la necesidad de espacio disponible para la Maestranza. En estas fechas se levanta la fachada que hoy conocemos.

En el siglo XX se introduce maquinaria pesada que moderniza las instalaciones de Artillería, y permite la fabricación de armas y accesorios para el ejército,

En 1945 se levanta el edificio de la Delegación de Hacienda sobre 5 sus naves,

Ya en 1970 abandona el lugar la maestranza de artilleria, trasladandose aquí la Caja de Reclutas, y oficinas varias del Ministerio de Defensa.

Infografía de Diario de Sevilla

En 1993 el edificio pasa a ser propiedad de la Junta de Andalucía que años depués lo cese a una entidad bancaria por 75 años al objeto se su restauración integral para situar en las atarazanas un museo y otras instalaciones de índole cultural.

Hay que hacer mención a que el edificio, como hoy lo podemos ver, debido a la cantidad de materiales que se utilizaron para levantar su cota, tiene una imagen achaparrada, distorsionada, que impide contemplar sus volúmenes originales, y hacen difícil de percibir la grandiosidad de sus naves originales.

 

 

 


 https://www.visitarsevilla.info/guia-sevilla/guia-sevilla-historia.asp?monumento=RealAtarazana&page=3

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