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Pietro Torrigiano - Escultor Italiano

 


El artista que nos ocupa, Pietro Torrigiano, se llamaba en realidad Pietro di Torrigiano d'Antonio, y había nacido en la Florencia de 1472 que sobresalía del resto de ciudades europeas gracias al saber hacer de Lorenzo de Medicis, "Lorenzo el Magnífico", banquero, gobernante, mecenas de las artes, poeta, diplomático, un hombre que encarnaba el sueño del "saber total medieval", falleciendo en la ciudad de Sevilla en el año 1528.

La gran obra por lo que Torrigiano pasa a la historia es por ser uno de los  precursores del renacimiento, y ser el artista que difunde el manierismo por Europa. Nacido en Italia, este "embajador" de la "maniera italiana" exporta con gran exito este nuevo estilo e impregna Europa de su arte gracias a que visitó varios países donde dejó muestra de su buen hacer en escultura, tanto en madera como la piedra, o  barro. 


Sabemos que Torrigiano lo tenía todo para triunfar en la Florencia renacentista, sus obras eran admiradas incluso por el Papa, que se interesó en varias casiones por ellas, pero también era un hombre caliente, fogoso, violento y apasionado en todo cuanto hacía. Esto le valió pasar a la historia como aquel que se enfrentó, siendo ambos alumnos, y parece ser que por celos,  a Miguel Ángel Bounarotti, pues esta recibia todos los parabienes de Medicis, partiéndole la nariz, motivo este por el que tuvo que abandonar la ciudad desterrado, iniciando entonces un periplo que le llevó a través de Europa por numerosas cortes y ciudades. El hecho queda corroborado por el relato de Cellini, escultor, orfebre y escritor del siglo XVI, en su autobiografía, y por el hecho de que el propio Miguel Angel se retrata, en la figura de Nicodemo, en su "Piedad Bandati", mostrándose con el nariz desfigurada por la rotura del tabique nasal.


 

Este hecho cae sobre una losa sobre la reputación de Torrigiano, más conocido por esta circunstancias que por su arte, por el virtuosismo con el que trata los materiales, uniendo a sus capacidades técnicas la virtud de saber exaltar la belleza de la Italia renacentista en sus figuras.

Tras golpear al "Divino" marcha a Roma donde dejó el busto en mármol de Alejando VI y diversas obras en la Iglesia de Santiago de los Españoles,  Llegó a ser incluso mercenario en conflictos armados entre repúblicas o ciudades italianas, trabajando en Siena para la capilla Piccolomini.


Trabajó en Amberes llamado por Margarita de Austria ( Hija de Maximiliano I de Austria, hrmana de Felipe el hermoso y casada a su vez con Juan, hijo de los Reyes Católicos, siendo cuñada de su hermano. A la muerte de Felipe su padre le ofrece la regencia de los Países bajos y la tutela de sus sobrinos, entre ellos el futuro Carlos I de España )

Marchó a Inglaterra, y alli levantó el monumento funerario de Enrique VII ( fundador de la dinastia Tudor, que ascendió al trono tras derrotar a Enrique III en la guerra de las dos rosas, y padre de Enrique VIII ) e Isabel de York. Enrique VIII le encargó también su monumento finerario, pero este no llegó a realizarse finalmente.


Llego a España donde se asienta en Sevilla, ciudad cosmopolita gracias a ser el puerto de entrada y salida de mercancías hacia, y desde América, y donde multitud de iglesias y cenobios que erigen las principales órdenes monacales reclaman el trabajo de artistas de calidad. En Sevilla contribuye con sus obras a que la imaginería de la escuela sevillana se impregne de influencias italianizantes, marcando las futuras obras del genio de la gubia, Juan Martínes Montañés, el "hombre que habló con Dios", Torrigiano consigue trasladar la pasión italiana adaptandola a la madera, Miguel Angel triunfó en mármol, Torrigiano con la madera policromada.

Su gran obra en Sevilla es el San Jerónimo que realiza para el Monasterio de San Jerónimo de Buenavista, una soberbia obra de la cual bebe Montañés para realizar su San Jerónimo del Monasterio de San Isidoro del Campo. Tambien realiza una Virgen sedente con el niño sentado en sus piernas, y que trae a Sevilla el gusto por las Virgenes sentadas, como madonas, ejemplo que luego reproducen escultores y pintores como Murillo en sus obras. Afortunadamente ambas obras pueden ser hoy vistas en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, donde llegaron tras la desamortización del monasterio




La figura de San Jerónimo está esculpida en barro, de tamaño mayor al natural, y en ella aprendieron a esculpir la  anatomía muchos escultores posteriores. Es el ejemplo de como Torrigiano traslada al barro policromado el estudio anatómico perfecto de las esculturas en mármol de Miguel Ángel. El santo se muestra rodilla en tierra, con una cruz en la mano izquierda, y una piedra para mortificarse en la derecha. La anatomía del cuerpo se muestra perfecta y su policromía le aporta realismo. Con esta imagen el florentino creo la iconografía que en siglos venideros definiria al santo.




Mas adelante, en 1521 volvemos a comprobar como el carácter del artista define su final, Torrigiano es apresado por el Santo Oficio. El artista había realizado una Virgen para el Duque de Arcos, que se negó a pagar lo que el autor reclamaba por su trabajo, al sentirse despreciado por el noble Torrigiano rompió la imagen, siendo acusado de hereje por el propio Duque. En la cárcel del Castilo de San Jorge, sede la Inquisicion española, donde fue encerrado, murió de inanición al negarse a ingerir alimentos.








 

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